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MITOLOGÍA Y CINE: WIÑAYPACHA (II)

Publicado: 2019-08-28

Willka no es el violinista en el tejado, pero en otra escena se ve le subiendo a la cima de un peñasco para tocar la quena. Romerito ha muerto, su casa se ha incendiado, pero Willka, aunque está enfermo, tiene ánimo para tocar una última canción. Ahora, si uno piensa que no sólo se extingue su vida sino la de su pueblo, surge la semejanza con el violinista judío, que en medio de la desgracia de su pueblo se balancea en el tejado para tocar una canción que es símbolo de supervivencia, como la de Willka, sobrino. Por esto toca al principio la misma melodía, en el ritual nocturno de fecundidad. La esperanza sin embargo resulta fallida, por los malos augurios : ( el feto muerto que Phaxsi ve en sueños, la propia muerte de Romerito y de su cría, que el zorro mata en el vientre de su madre, la oveja negra.

Nada es lo que parece en la película. Hasta la choza es otra cosa, si uno ve como Froy. Ese interior claustrofóbico de la choza a oscuras, es en realidad la representación del Uku Pacha, el mundo inferior. En la estructura de los ritos andinos, corresponde al pasaje del sol por el nadir, que marca los cambios estacionales. ¿Y el incendio de la choza? le pregunté. Esta vez sacó el Lexicón de González Holguín, y me explicó que para esto hay dos palabras en quechua antiguo. La primera, que ya no me acuerdo, significa ‘grande calamidad, desgracia particular de alguno; y la segunda, fácil de recordar, Pachacuti ‘infortunio general de muchos’. ¿Cuál elegirías? Dada la propensión por los símbolos del director, que ve las cosas como Froy, me decidí por la segunda, que propiamente sería Nina pachacuti ‘El fin del mundo por fuego’, que no sé por qué me recordaba la guerra del fin del mundo de Sendero Luminoso. Es lo bueno de esta película, que si la vuelves a ver le encuentras nuevos significados.

Luego le pregunté si el director, Oscar Catacora, cuando hizo la película conocía estos símbolos. Riendo me dijo : ) Felizmente no. Las buenas novelas o películas son las que salen del inconsciente, que me jacto conocer, presumió Froy. Entonces, le salió la película de gracia, como alguien que ha tenido un buen sueño, chacoteé. Pero ten en cuenta, sobrino, que nuestro Oscar, porque se lo merece, nació en la tierra de los mitos de origen, ya que fue en Puno donde Wiracocha creó el mundo, y de donde salieron Manco Cápac y Mama Ocllo, así que puedes suponer que como él habla la lengua aimara, en cierta forma mamó los mitos y sus símbolos en la leche de la madre.

¿Y qué puedes decirme de Antuko, el hijo ingrato que abandona a sus padres de la tercera edad. Como todos hablan de lo que no saben, sobrino, en internet se encuentra tamañas sandeces, como que antuku significa ‘Estrella que ya no brilla’. Lo que sí brilla es la inteligencia de los creadores del aimara, que eran muy ingeniosos. Así de la raíz antu, salen términos como: Antutakha ‘Soltar de la mano’; Antut.catatha ‘Dejar que cuelgue’, ‘Bajarse las faldas, la sotana &c.’ ‘Garañón echarle a las hembras’; Antutatha ‘Dejar huir, o no poder coger’, ‘Arco tirar, saeta’; Laru antut.catatha ‘Soltar la risa sin querer’, Antut.catatha ‘Enagenar’. Así entonces, Antuku sería algo así como el que se soltó de la mano de sus padres, el que huyó o salió disparado como una flecha, a la ciudad. Significaría también enajenado o alienado, porque ha dejado de ser el que era (alien-otro). El Perú está lleno de Antucos. Curiosamente, el nombre del sol entre los mapuches, que se conservan fieles a sus antiguas tradiciones, es Antu.

Una duda que tengo es si los incas o los collas adoraban a Willka, esto es al sol como anciano. No, sobrino, me dijo. El dios que adoraban los incas, era el Sol renacido, que lo representaban como un niño. Es el equivalente del niño Jesús, podría decirse; aunque en realidad el mito del sol que muere y renace es anterior al cristianismo. Lo que cambia en nuestro caso es el tiempo, ya que navidad, esto es la fiesta del nacimiento del sol, en el hemisferio sur cae en junio. El Inti Raymi, en realidad, era la navidad de los Incas, con frío y nieve como corresponde. Pero qué se le va a hacer, los viejos dioses, aunque todavía se les venera ya están como Willka y Paxsi, listos para doblar la esquina. Malos deben ser estos tiempos que hasta los dioses nos abandonan. Aunque todos los dioses están de capa caída, porque hasta del dios cristiano ha dicho Nietzsche que ha muerto.

Para terminar, le pregunte a Froy cómo evaluaría la película del director puneño Oscar Catacora. Genial, me dijo exaltado. Creo que Wiñaypacha es El acorazado Potemkim del cine nacional, del esperamos que prolífico Einsenstein peruano. Pero no ha sido ningún éxito de taquilla, como Asumare 3, que ha tenido dos millones de espectadores, comenté para picarlo. Efecto de la vanalidad y estupidez de la qultura de mazzas, como dice Ortega y Cassette, tartajeó molesto. Para calmarlo, comenté que el crítico de cine Ricardo Bedoya ha dicho que Wiñaypacha es “de lo mejor que ha hecho el cine peruano”. Sí, creo que es la película peruana del Bicentenario, dijo muy convencido. Yo la verdad que quiero creer que sigo estando cuerdo, pero a veces me atrae la locura de Froy, que hasta cierto punto es la de Catacora. Un loco talentoso, sobrino.


Escrito por

César Delgado Diaz del Olmo

Ensayista. Autor de Hybris, violencia y mestizaje; Garcilaso, el Inca mestizo. Publica el blog: Volcandideces


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