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RAMBO O CAOS

Publicado: 2023-01-15

Hojeando el diario leo lo que dice el título. Me suena raro, releo “Rumbo al caos”. Paso de largo. De diarios ya solo la Carlincatura. Alguien dijo: “El humor es el salvavidas en el río de la vida". Aunque también está la frase de Chaplín: "El humor es el dolor que ríe". Pero, ¿por qué Rambo? ¿Estaré viendo la realidad como película? Aunque puede ser que el título cuadre con la situación. Se ve un tipo en la pantalla gritando como energúmeno: "Me siento totalmente Rambo, soy el Loco 00, tengo un cargo y voy a defenderlo”. Uno se entera que es el Primer Ministro.

El mensaje es el título: Rambo o caos. Mejor dicho: el mensaje es el medio: balas. Uno mira a Sylvester Stallone en Rambo II matando a 75 enemigos, entre soviéticos y vietnamitas, y un solo norteamericano. Los soviéticos se quejaban amargamente por esta película de odio. Aunque a muchos les calzaría el apodo de Rambo, por su capacidad para camuflarse en las zonas boscosas de este país: la política. Lo bueno es que todavía uno no confunde del todo lo que pasa en la realidad de lo que pasa en la pantalla. Si Rambo mata a 25 tipos con una ráfaga de ametralladora, no se ve que nadie sufra ningún dolor. Cosa completamente distinta es cuando se presenta en Pachamama internet la realidad de lo que ocurre: disparos a mansalva contra los manifestantes, directamente a la cabeza, como si fueran ejecuciones sumarias. 40 muertos. Esta es una violencia que cuando se presenta como es, con el dolor que implica, el resultado es exactamente el contrario, ya que uno no se identifica con Rambo, sino con Pulgarcito, hablando de películas.

Pero hay gente sin sentido del humor. “Que Pulgarcito ni qué niño muerto, diría Hildebrant en sus cuatro, si también se ha teñido las manos de sangre, si causa tantos daños económicos al país, si toma aeropuertos, cosa que se considera como acto de terrorismo en la desarrollada Europa”. Parece que el hombre mira otra película, la de un país ordenado y culto, como Suecia o Francia. Pero si es esta la película que le gusta no debió haber elegido el periodismo, sino quizá la novela, para regodearse con sus utopías europeístas.

El periodismo es como el enano de la inteligencia; trata del ripio y la basura de los días. La historia es otra cosa. Pero la historia de largo plazo, de los sólidos bloques de piedra de la transnacionalidad andina, en nuestro caso. La República ya no es una posibilidad, es un problema. Ni calco ni copia, la solución es propia. Basadre escribía hace menos de cien años estas palabras increíbles: “El fenómeno más importante en la cultura peruana del siglo XX es el aumento de la toma de conciencia acerca del indio entre escritores, artistas, hombres de ciencia y políticos. Dicho personaje es hoy un elemento fundamental en nuestra existencia colectiva aunque no sea el único en significación e importancia.” Por ese tiempo, Mariátegui hablaba, al modo socialista, también del “problema del indio”. En el siglo XXI la tortilla se ha vuelto, y tenemos más bien que enfrentar el “problema del blanco”. Valcárcel proponía exterminarlo, pero parece suficiente acabar con el que llevamos adentro. El Rambo, el Pizarro, el bestia del primer ministro que tenemos en la pantalla distorsionada del inconsciente colectivo.

Pero, ¿qué película miran hoy aquellos personajes olvidados en la “pared que habla”? Pues la única película que les interesa es la que les puso el Inca Garcilaso, la de las piedras que hablan de un pasado grandioso. El nombre de la película que los tiene hoy tan alborotados está formado por dos palabras que recorren siglos de dolor y esperanza, que despiertan energías telúricas: Utopía andina. La única noticia actual que trasciende estos siglos de dominación es la de la madre que despide con una triste canción en quechua al hijo que ha muerto luchando. Conmueve su entereza frente al hecho fatal que felizmente no toca a las grandes culturas, la muerte. La muertecita, la pequeña muerte, como decía Arguedas. Le alegraría saber que su utopía alienta en el corazón del Perú profundo, que vista en perspectiva no es problema sino posibilidad. El rumbo no apunta al caos, sino a un nuevo orden.

(https://larepublica.pe/sociedad/2023/01/12/protestas-en-cusco-madre-de-dirigente-que-murio-durante-protesta-se-despide-con-canto-de-dolor-lrsd/ )


Escrito por

César Delgado Diaz del Olmo

Ensayista. Autor de Hybris, violencia y mestizaje; Garcilaso, el Inca mestizo. Publica el blog: Volcandideces


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